Como a ti misma
Tu pintora de sentimientos, el lienzo es mi cuaderno,
Cada palabra da color y aroma a mis soles e inviernos.
Lo siento Aisha por bajarte a los infiernos,
No darte un respiro cuando te venían bien dos.
Por meterte prisa, por exigirte tanto,
Por ofrecer sonrisas cuando destilabas llanto.
Lo siento Aisha por decirte tantas veces
Es un cuento tu talento, lo que tienes no mereces.
Realmente te echo de menos,
Al centrarte en lo de afuera te volviste a hacer de menos.
Enfocada en dar ayuda, en sanar con la escritura,
Te enredaste en nubarrones, arriesgaste esencia pura.
Si miro afuera, desconcierto y división,
Veo la ceguera, poco llama mi atención.
En mi loquera, cuerdas de alta tensión,
Aunque ando sola, afinada, voy bailando mi canción.
Señor te necesito, ante ti tan pequeñita,
Desde lo profundo grito, mis fuerzas se debilitan.
Quiero hablarles de ti, pero nadie quiere oír,
Amarles como tú les amas, tienen miedo a sentir…
Tú me diste una vida nueva,
Renovaste mis maneras, ampliaste mis fronteras.
Me hiciste una mujer plena…
Desde que me miraste no volví a ser la que era.
Lo que el mundo me ofrece no me llena,
Conversaciones superfluas, nadie muestra lo que pena.
Sexo fácil, pasta fácil, borracheras…
La captura ágil entre el lobo y la pantera.
Pero Tú permaneces fiel, Tú me conoces bien,
Sondeas las intenciones, Tú sabes quién es quién.
Hacedor de corazones,
Dedo del Maestro que abre todas las prisiones…