Leguisamo Solo
Alzan las cintas; parten los tungos
como saetas al viento veloz...
Detras va el Pulpo, alta la testa
la mano experta y el ojo avizor.
Siguen corriendo; doblan el codo,
ya se acomoda, ya entra en acción...
Es el maestro el que se arrima
y explota un grito ensordecedor.
"Leguisamo solo!..."
gritan los nenes de la popular.
"Leguisamo solo!..."
fuerte repiten los de la oficial.
"Leguisamo solo!..."
ya esta el puntero del Pulpo a la par.
"Leguisamo al trote!..."
y el Pulpo cruza el disco triunfal.
No hay duda alguna, es la muñeca,
es su sereno y gran corazón
los que triunfan por la cabeza
en gran estilo y con precisión.
Lleva los pingos a la victoria
con tal dominio de su profesion
que lo distinguen como una gloria,
mezcla de asombro y de admiración.