Diez años pasan
Gira su ganzúa, la garúa de abril.
Borra las esquinas, la neblina sutil.
Muele en tangos lerdos, los recuerdos que van
cruzando la vida con tímido afán.
Era tuyo el yuyo que guardó el callejón,
por veredas quedas, con monedas de sol.
Y era un viejo broche de la noche tu voz,
tu voz, sin olvido ni adiós.
Diez años pasan... ¿Y qué son?
Cuando arruga el corazón
alguna pena que no afloja.
Si vive en tu recuerdo la congoja,
que moja el lagrimear del bandoneón.
Diez años pasan... Pero igual,
si tu voz es un brocal,
percal, farol, calle cortada.
Tu voz que ya no es nada.
Y sigue siendo el barrio fiel
tu barrio de arrabal,
Carlos Gardel.
Cruzas mis heladas madrugadas, feliz,
rumbo a aquel pasado ya borracho en el gris.
Sueños de porteños en las noches de grill,
lejanas y vanas del Armenonville.
Vienes de ese entonces, y en las calles estás,
firme en cada piedra como hiedra tenaz.
Flor de barrio oscuro, del más puro arrabal,
tu voz... ¡Voz de tango inmortal!