Malon de Ausencia
Al ver el campo dormido
vuelven a mi mente fresca
recuerdos de las patriadas
y se hace carne la idea
el golpetear del salvaje
sobre su boca grosera
ululando en alaridos
para imponer su presencia,
quemando sembraos y ranchos,
llevando chinas y haciendas.
A lo lejos se divisa
de la pampa la ancha huella
y el redoblar de pezuñas
al incrustarse en la tierra.
La lanza firme en el brazo,
bien arriba la bandera,
y el ruido ensordecedor
del potro en loca carrera,
ganando campo y distancias
hacia la muerte señera.
Al ver al campo dormido
vuelven a mi mente fresca
el recuerdo de una china,
de un rancho y la noche aquella,
que con mis pilchas y el zaino
me alisté para la guerra,
¡amalhaya lagrimones!
que brotan de mi conciencia,
yo que he aguantao al indiaje
no aguanto un malón de ausencia.