Canaro en Córdoba
Jose Felipe Perez Roselli
Cuando escuchaba en su orquesta un tango lento
Se me oprimía, tristemente, el corazón,
Pues recordaba mis horas de sufrimiento
Cuando al abismo, me arrastrara una traición.
Yo lo sentía, cuando sus penas tan tristes
Las desgranaba, lentamente, el bandoneón,
Y ese manojo de mil notas armoniosas
Se refugiaron en mi pobre corazón.