Horas de Ensueño
Luis Mottolese, Vicente Spindola
Divina estrella blanca
Que me iluminó,
Dejando en mi camino
Piadosa claridad.
El sublime encanto
Que hay en tu mirada,
Será el eterno faro
De mi soledad.
Las zarzas del camino
Que hiriéronme ayer,
Hicieron un andrajo
De pena y dolor.
Y en mi pesada carga
Con mi fatal destino,
Apareció tu imagen
Bendita, de amor.