Jazmin del Pais
Adolfo Aviles
La dicha de un placer
Que tan celoso bendecí,
La vi desvanecer
Y ya no vuelve para mí.
Mi página de amor
Logró mancharse con la cruel,
Y roja tinta
De mi dolor.
Y el golpe no se abruman
Estas letanías de mi corazón,
Y de callada angustia
Que me martiriza en mi desolación.
Me da por meditar
Y al fin me entrego a sollozar,
Sobre las ruinas
De mi ilusión.