Muñeca de Carne
Muñeca de carne que sabe de mimos,
de besos y risas, de coctel y amor,
que en la alfombra sucia del cabaret mishio,
renunció a ser buena para ser peor.
En noches de orgía, borracha de tango,
mostrar tu impureza, pebeta te vi.
Y al ver tu derrumbe, con pena en el alma,
pensando en tu vieja, llorando me fui.
Las mozas del barrio
le dicen al viejo,
que tal vez cansada
de tanto rodar,
volverás un día,
pero no... no vuelvas,
él ya no perdona,
mejor no volvás.
El tango malevo que te llegó al alma
y con su cadencia tu vida engrupió,
torció tu camino y tu virtud santa,
que en el encerado también rodó.
En el torbellino cruel de la milonga,
le diste tus besos al que paga más
y esa culpa grande, muñeca de carne,
nunca se perdona, mejor... no volvás!