Qué me van a hablar de amor!
Yo he vivido dando tumbos
rodando por el mundo
y haciéndome el destino...
Y en los charcos del camino,
la experiencia me ha ayudado
por baquiano y por que ya
comprendo que en la vida
se cuidan los zapatos
andando de rodillas.
Por eso,
me están sobrando los consejos,
que en las cosas del amor
aunque tenga que aprender
nadie sabe más que yo.
Yo anduve siempre en amores
¡qué me van a hablar de amor!
Si ayer la quise, qué importa...
¡qué importa si hoy no la quiero!
Eran sus ojos de cielo
el ancla más linda
que ataba mis sueños;
era mi amor, pero un día
se fue de mis cosas
y entró a ser recuerdo.
Después rodé en mil amores...
¡qué me van a hablar de amor!
Muchas veces el invierno
me echó desde la ausencia
la soga del recuerdo,
y yo siempre me he soltado
como un potro mal domado
por mañero, y porque yo
que anduve enamorado
rompí como una rosa
las cosas del pasado.
Y ahora,
que estoy viviendo en otra aurora
no me expliquen el amor
que aunque tenga que aprender
nadie sabe más que yo.