Deseo
Cuando pasan los días pero no amanece
y envuelto entre sombras el sol desfallece,
esconde mi piel el deseo prohibido,
escapa a tus ojos el último brillo...
Es callar
confesarlo.
Hoy mi alma es un mar
sin marea, sin agua, sólo sal,
pude sólo llorar,
vaciándome el alma lágrima a lágrima.
Hoy mi alma es un mar
sin marea, pero tampoco paz,
yo sólo supe amar,
mar en calma mi alma no lo fue, no lo será.
Hoy mi alma es un mar
de deseos que nadie nadará,
no me dejo de ahogar
entre mi propia alma y la que no supe amar.
Es callar
confesarlo.
Esta noche te vi,
en tus ojos ardía fuego.
De tu mano, al despertar,
abrazábamos el deseo
y tú me abrazabas a mí.
Es callar
confesarlo.