Negocio Celestial
Quiero saber el revés de la trama
ver si el coraje no es un impostor
cada valor tiene treinta monedas
de servidumbre para los otros.
Así se engendra un traidor.
El cuento es nuestro y comenzó
en un negocio celestial
treinta monedas en sociedad.
Mientras la sopa se enfría en la taza
queda olvidado el abrazo esponsal
y voluntario el ojo revienta
ancla sin nave, farola ciega
ánimo sin voluntad.
En las palabras mortales
la noche vuelve a gemir
la sangre gira y comienza
el único porvenir,
fortificando los panes
y sin nada que comer
separarse de uno mismo
apostar contra la dicha
hilvanar la soledad.
Vencidos por alcancías
que ofrercen para vivir
gastarnos el optimismo
reunirnos para morir,
estremecida mejilla
tus hermanas quedarán
emboscando la esperanza
capturando otro episodio
decididas a llorar.