Asamblea de cuidados
Vamos a empezar de nuevo;
esta vez será de cero;
si no, se caerá el tejado.
¿Y qué importan ya las horas
los días y las semanas
si os tengo aquí, a mi lado?
Empezamos por nosotras
procesos a veces lentos,
nuevas formas de querer.
Asambleas de cuidados,
charlas y debates llenos
de relaciones aun por ver, tejiéndose.
Porque no enseña la Iglesia
otra cosa que fe ciega
y el arte de la sumisión;
a machacar nuestros cuerpos
reprimiendo nuestros actos
en pos del amor a un dios.
Los roces hacen la chispa,
creatividad necesaria
pa’ moldear la emoción,
desterrando deseos dados
y creando otros nuevos,
fuente de motivación.
Y hartas de tanto engaño
hoy salimos a okupar
espacios de sol a sol.
La libertad no se cerca,
tampoco se representa
solidaridad y responsabilidad.
Porque no enseña la escuela
otra cosa que disciplina
y aprender a obedecer.
Si la vida son dos días
y medio estamos durmiendo
y el otro medio huyendo de la policía.