Inevitable
Arde en el alma el deseo
Tiñe de rojo a su paso
Sangre que juega con fuego
enciende el instinto callado
Sombra que acecha en silencio
tras muros envenenados
Se oculta y recorre despacio
las huellas de sueños quebrados
Ya no hay lugar para un destino diferente
La esperanza se ha rendido ante el más fuerte
Saltando Inevitablemente
a un vacío en espiral hacia la muerte
Vinagre en las heridas
Escuece la savia del árbol
Por sus venas se escapa la vida
Ríos de locos atados
Tiembla la rama desnuda
El miedo la envuelve en su manto
Desprende la fruta prohibida
en bosques de ojos cerrados
Ya no hay lugar para un destino diferente
La esperanza se ha rendido ante el más fuerte
Saltando Inevitablemente
a un vacío en espiral hacia la muerte