Mirada 24-05
En ocasiones, sentimos que nuestra vida se complica un poco cuando nos sorprenden hechos o situaciones desagradables e inesperados. Y entonces, nos preguntamos: ¿Pero por qué me pasa esto enseguida?
Ahora bien, tales situaciones nos pasan a todas las personas, lo que diferencia es la repercusión que el sufrimiento provoca en cada uno de nosotros. Unos que sufren mucho, no se quejan, otros, que sufren poco, ponen la "boca en el mundo". ¿No es así?
Lo esencial es no juzgarnos como personas que sufren. Es bueno que entendamos que el dolor, bien soportado, son lecciones de vida. Estudiemos las razones que nos trajeron sufrimiento y nos daremos cuenta de que podemos asegurarnos de que no vuelva a suceder.
Tales situaciones de incomodidad son oportunidades imperdibles para el ejercicio de la sabiduría de vida que nos proporcione más experiencia. Si cometemos errores, evitemos cometer errores nuevamente tratando de mejorarnos a nosotros mismos.
Tengamos en cuenta que la revuelta solo empeora las cosas y hasta puede hacernos perder la razón. La lección del sufrimiento nos enseña a evitar las caídas ya valorar la vida.
Que este miércoles sea un día de paz y sabiduría para vivir bien.
¡Un abrazo!
Desistir jamás