Sorpresa de Shangai
Tengo el hocico listo
estoy acalorado
voy a chasquear la lengua, un poco
voy a escupir misiles.
Puro veneno! risas que duelen!
Acostumbré el pellejo
a los ultravioletas
voy a tumbarme a la bartola
sobre unos terciopelos.
El que abandona! no liene premio!
¿A quién le importa? ¡toda esta guinda!
¡Si te sofoca! ¿A quién le importa?
Están contando chistes
detrás de las paredes
si de reír se trata, creo.
son verdaderos dramas.
- El bote roto! ¿A quién le importa?
Mis penas como piedras
caen, ruedan y escapan
falopas duras en tipos blandos
ahuecan corazones.
¡Caras de liebre! ¡de liebre tuerta!
¿A quién le importa? ¡toda esta guinda!
Si te sofoca! ¿A quién le importa?