Soy Puertorriqueño
Templo borincano,
la palabra santa
se escucha alegre,
se tiende
sobre los arrabales
y, olvidando males,
baila to’a la gente.
La voz
eleva lindos cantares
y al mundo entero
dice risueño:
soy puertorriqueño.
Jardín
de mis amores,
patria querida,
al fin he vuelto
para correr
libre en tus montañas,
comer tus cañas,
besar tu suelo.
Para correr
libre en tus cafetales
y al mundo entero
decir risueño:
soy puertorriqueño.
Amado
aguinaldo,
cantar de antaño,
aquí te escucho,
recosta’o,
sonrío en mi hamaca
gozando la sombra
de tus palmares.
Desde aquí,
desde aquí,
en mi bohío
al mundo entero
digo risueño:
soy puertorriqueño.
Campos
de mis sueños,
te veo con el alba
en mis ensueños,
dende por acá,
dende por acá,
en los Niu Yores
siento tus brisas,
veo tus verdores.
Rodea’o
de altas edificaciones,
al mundo entero
digo risueño:
soy puertorriqueño.
¡Sí, señor!
(Isla,
tus encantos
me vuelven loco,
me alboroto,
Puerto Rico,
pedacito de Patria,
rinconcito
de mi corazón.
Orgulloso, orgulloso
elevo este canto;
al mundo entero
digo risueño:
soy puertorriqueño.
¡Sí, señor!)