Debo
Debo escuchar otra vez la guitarra del barrio
Y recorrer mi ciudad para reconocerla
Debo volverme a encantar como supe de niño
Y despertar como un dios que alargara la sienta
Debo leer en el mar la lección de lo inmenso
Y renombrar el color que la vida me enseña
Debo saber respirar un oxígeno fresco
Y regresar a ese sol que contigo me espera
Debo aprender que mañana es un mundo habitable
Lleno de instantes, promesas y besos y sueños
Debo encontrar la semilla del hijo y del padre
Debo bañarme otra vez en el claro deseo
En el hondo deseo, deseo
Debo ponerme a brillar con la luna entreabierta
Y recostarme en la paz que humedece tu abrigo
Debo saberle cantar a una noche tan nueva
Como aquella que una vez estrenaras conmigo