Abre la Boca
Ocho de la tarde son, ya se acabó la jornada de hoy. Es un trabajo que odias y lo tienes que hacer bien. Con él pagas tus caprichos, la comodidad ¿y que? sientes que algo te falta, lo dices pintando en la pared.
Al siguiente día pasas por donde tú hiciste la pintada, de ella ya no queda nada. De ella ya no queda nada. Con un chorro de agua a presión se encargaron de que nadie pudiera leer tu ilusión.
Saben que las ampollas de tus manos seguirán siempre sangrando, que no protestas porque has probado el dolor de las patadas. Sus órdenes te las han inyectado para moldearte con forma de gilipollas obediente. De gilipollas obediente!
Saben que tienes tapada la boca porque de crío te prepararon para agachar la cabeza y no tener agujetas de tanto bajarla. Saben que tienes tapada la boca, no les das ningún problema, les dejas dormir ¿les dejas dormir? ¡no! No les dejas dormir.
A ellos no les importa que tengas todas las noches la misma pesadilla, saben que tienes tapada la boca. Tanto cuesta despegar los labios y decir ¡basta ya!
Tanto cuesta despegar los labios y decir ¡basta ya!
Pagas tus caprichos, la comodidad, los vicios ¡y que! Eso lo pagas con tu silencio, todos lo sabemos.
¿Para qué volar como un ave de corral? Cuando tú puedes elevarte como los pájaros. ¡Abre la boca y enséñales los dientes!