La Macorina
Ponme la mano aquí Macorina
ponme la mano aquí
Tus pies dejaban la estera
y se escapaba tu saya
buscando la guardarraya
que al ver tu talle tan fino
las cañas azucareras
se echaban por el camino
para que tú las molieras
como si fueses molino
Ponme...
Tus senos carne de anón
tu boca una bendición
de guanabana madura
y era tu bella cintura
la misma de aquel danzón
Caliente de aquel danzón
Ponme...
Después el amanecer
que de mis brazos te lleva
y yo sin saber qué hacer
de aquel olor a mujer
a mango y a caña nueva
con que me llevaste al son
caliente de aquel danzón