A Santa Compaña
En la noche fría
dejan sus moradas,
viniendo a este mundo
a expiar las culpas.
Mas... después de las nueve
y en lontananza,
multitud de luces
caminan sin rumbo.
Sigo a la procesión
con un hacha de cera
soy una parte de ellos
que aterroriza la aldea.
Entablo amistad
con fantasmas y visiones
bañando en terror
a los pobres de espíritu.
Ciérranse ventanas.
Atráncanse puertas.
¡Encomiéndate al Santo!
¡A Santa Compaña!
Son las almas en pena
que salen de la Iglesia
con la cruz y el scano,
vagan por los contornos.
Por la cerradura
sacan a los dormidos,
para que se unan a ellos
y a su tan lúgubre marcha.
¡Más pobre de aquel
que no pase por muerto!,
porque le entregan un cirio
y ése no vuelve a su lecho.
Sigo la procesión
con un hacha de cera
soy una parte de ellos
que aterroriza la aldea.
Entablo amistad
con fantasmas y visones
bañando en terror
a los pobres de espíritu.
Sigo la procesión
con un hacha de cera
soy una parte de ellos
que aterroriza la aldea.
Entablo amistad
con fantasmas y visones
bañando en terror
a los pobres de espíritu.
¡A Santa Compaña!