Narices Frías
No era diciembre pero lo parecía
Solo rompió el silencio la sirena de la policía
Ella lloraba mientras él en el suelo reía
Diciéndose adiós, juntaron los dos, sus narices frías
Qué ironía, qué inocente juramento
Prometerse el cielo estando a las puertas del infierno
Ella lloraba porque no volvería a verlo
Y él se reía porque lo mejor para ella era perderlo
Era un ladrón de profesión
Castigado por la vida
Que aprendió en un callejón
A esquivar bala perdida
Perdida ella estuvo luego
De aquel día trágico
Perdiendo a toda su familia al mismo tiempo
Maldito accidente de tráfico
(Y traficando lo encontró)
En aquella esquina
(Perdida buscó)
La medicina que le calmara to' el dolor que llevaba encima
Pero al final el remedio fue peor que la enfermedad
Dos enfermos van en busca de un poquitito de amor
Pero es difícil que del asfalto crezca una flor
No se debe, no se puede
Engañar a la consciencia
Mejor camina con cuidado
Que todo tiene consecuencia
(Tú agarra el dinero, y si me atrapan, corre)
Y corre el tiempo, llegó el momento
El corazón tan rápido y el reloj tan lento
Un vigilante aparece por detrás
Y el disparo anuncia que no hay vuelta atrás
El pobre guardia cae al suelo
Y ellos a punto de escapar
Pero sorpresas te da la vida
No había uno, había más
No se debe, no se puede
Engañar a la consciencia
Mejor camina con cuidado
Que todo tiene consecuencia
No se debe, no se puede
Engañar a la consciencia
Mejor camina con cuidado
Que todo tiene consecuencia (ey)
(Aprendieron la lección)
(El atraco se viene abajo)
(Es por falta de)
(No se debe, no se puede)
(Engañar a la consciencia)
Ay, no se promete el cielo
Estando a puertas del infierno corazón no, no
(No se debe, no se puede)
(Engañar a la consciencia)
Perdóname si te fallé, mi amor
Pero el destino no está escrito sobre piedra
(No se debe, no se puede)
(Engañar a la consciencia)
Ay, no, no, no, no, no, no, no, no, no
Ay, no, que no se puede engañar a la conciencia
No era diciembre pero lo parecía
Solo rompió el silencio la sirena de la policía
Y yo lloraba mientras él en el suelo reía
Diciéndome adiós, juntamos los dos, las narices frías