Por la Eternidad

Cristo hoy hemos venido ante tu trono
Rendidos adorando tu presencia
Queremos bendecir y adorar tu santo nombre
Cristo cuan hermoso eres, Rey de gloria
Tú cambiaste el curso de la historia
Queremos bendecir y adorar tu santo nombre
Santo, santo, santo
Santo es el Señor
Digno, digno, digno
De gloria y honor
Eres precioso y santo
De corazón te canto
Santo, santo, santo
Por la eternidad
Nuestras coronas venimos a rendir
Al que era, a quien es, al que ha de venir
Nos postramos ante Él sin reserva alguna
Pues su presencia es la mejor fortuna
El lugar donde todo ruido se calma
A los pies del amado de mi alma
Digno, digno, dingo. Santo, santo, santo
Permítenos lavar tus pies y tocar tu manto
Somos las lámparas, tú eres el aceite
Somos la novia y tu nuestro deleite
Hoy no te pedimos dones
Solo ven y toma tu lugar en nuestros corazones
Que inmenso honor éste que nos concedes
Recibirnos a pesar de lo mucho que nos precedes
Eres principio y fin, el camino que nos trajo de vuelta al jardín
Si no es a ti Señor, dime a quien iremos
A ti y solo a ti eternamente adoraremos
Eternamente agradecidos
Por hacer de nosotros tu pueblo, tus hijos Redimidos
Santo, santo, santo
Santo es el Señor
Digno, digno, digno
De gloria y honor
Eres precioso y santo
De corazón te canto
Santo, santo, santo
Por la eternidad
Y estando en la condición de hombre
Se humilló a sí mismo
Haciéndose obediente hasta la muerte
Y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo
Y le dio un nombre que es sobre todo nombre
Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
De los que están en los cielos, y en la tierra
Y debajo de la tierra;
Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor
Para gloria de Dios Padre.
Santo, santo, santo
Santo es el Señor
Digno, digno, digno
De gloria y honor
Eres precioso y santo
De corazón te canto
Santo, santo, santo
Por la eternidad.