Quinta estación
Estimado Terrestre,
estimado Extraterrestre,
estimado Ser Superior,
no entiendo tanta barbarie,
tanto desastre,
tanta destrucción.
El niño nace puro,
el hombre lo hace malvado.
Miramos hacia el futuro
vivimos en el pasado.
Así eres tú.
Así soy yo.
Nos atan por el cuello como animal peligroso.
Decimos que el culpable siempre es el otro.
Nunca eres tú.
Nunca soy yo.
Cuanto más cerca te miro,
más cerca me reconozco.
No existe tanta distancia,
entre tu fondo y mi fondo,
de nuevo tú,
de nuevo yo.
Juntos hacemos el mundo,
¿Por qué jodernos y odiarnos?
Ayer me diste refugio,
hoy te ofrezco mi mano.