Décima a la Décima
[Letra de "Décima a la Décima"]
El tiempo tomó un desvío
Río abajo en la corriente
Me encontré así de repente
Completo, semivacío
Tendido ante el poderío
De tu fulgor sideral
Sentí el soplo del final
Merodeando el corazón
Como un sereno aluvión
Fuera del bien y del mal
Encalló nuestro navío
El cauce fue insuficiente
Latió un pulso intermitente
Audible entre el vocerío
Y allá fui en el desvarío
De tu cadencia fluvial
Mucho menos bien que mal
En medio de una oración
Un móvil en un ciclón
A destiempo, artificial
Tu labio se acercó al mío
Con un gesto intrascendente
Se oyó un estruendo silente
Como un espejo vacío
Atesorando el estío
De tus tiempos en plural
Me abandoné al carnaval
Huérfano ya de aflicción
Firme el rictus de bufón
Abriéndome a canto y cal
Se destrozó aquel hastío
Feroz y elocuentemente
Tu tono fue impertinente
Calibrando el desafío
Brilló el resplandor umbrío
De tu piel fundamental
Mantuve la vertical
Clavé el cuerpo en tu aguijón
El tiempo fue una ilusión
Como un rumor ancestral
Brisa, piel, escalofrío
Regresando a la vertiente
Como agua por la pendiente
Otro el tiempo, el mismo el río
Sonriéndole al extravío
De tu belleza espectral
Tragué un poco de agua y sal
Dejé caer el telón
Venciendo mi ensoñación
Temblando en el vendaval
Sentí tu pecho en el mío
En manos de tu gradiente
Torcí el gesto displicente
A merced de tu albedrío
Goteando en el regadío
De tu perfume abisal
Como un rugido animal
Sin tiempo, sin ton ni son
Giró certero el timón
Invirtiendo el manantial
Te fuiste y se acercó el frío
Desproporcionadamente
Vi tu rostro entre la gente
Asomado hacia el vacío
Y así bebió el tiempo mío
De tu aurora más boreal
Me entregué a tu temporal
Se oyó tu respiración
Mi pecho cedió al arpón
Luego: silencio total
Tu beso desterró el frío
Desde otro tiempo presente
El juego se hizo patente
Con aquel gesto bravío
Tuve un reflejo tardío
De tu mínima señal
Gesticulé, maquinal
Tanteando tu corazón
Soplando en la combustión
Tras el trago de mezcal
Caí por fin, ya sin brío
Cansado, fuera de ambiente
Quedó aquel tiempo latente
Ausente, lento, sombrío
Me aventuré en el baldío
De tu abrazo de cristal
Dispuesto al choque frontal
Paladeé la tentación
Certero en la sinrazón
Trasponiendo aquel umbral
Tu aliento se hizo rocío
De pronto, muy lentamente
Te vi cruzar aquel puente
Dejando atrás el gentío
Y me aturdió el griterío
De tu fragancia frutal
En aquel tiempo puntual
Te solté mi confesión
En plena alucinación
Descendiendo en espiral