La Luna de Espejos
Mabel, dejó
El bolso con unas amigas
Y salió a bailar
Las luces violetas la protegían
Mintió la edad
Cruzando la pista vacía
Y lo abrazó
Sonaban las lentas, lo permitían
Y la música siguió
Y la pista se llenó
Giraba conversando con él
Se habían visto alguna vez
Un baile en el club de Salinas
Los comentarios de rigor, y la mano en la espalda la sostenía
Un mostrador
De mesas de salón de clase
La multitud
La luna de espejos giraba en el aire
Y la música ayudó
Vió la pista oscurecer
Su cuerpo recostándose en él
Mabel dudó
Pero no movió la mejilla
Y besó también
Fingiendo saber mientras aprendía
Y la música cambió
Y la música despertándose
Y aquel perfume nuevo en la piel