Todo el Karma
Nunca se perdió en rincones rebotando n salida,
repitiendo la oración que nunca cumple,
en las calles más oscuras de su vida,
prometiendo algún día dejar que lo curen.
Siempre imaginó la ceguera más atroz y despiadada,
el olor recalcitrante de otro día,
con las lágrimas a punto de estallarle,
por el último delirio que vivió Agustina.
Supo evitar el suelo y ver su fin,
dejó caer su ego y aprendió así,
a ver cómo se entera, y ser anormal,
reírse de sus penas, y a ir por ir.
Quiso caminar y sacó de la mochila todo el karma,
el camino se llenó todo de barro,
los zapatos le pesaban como anclas,
pero tuvo condición para no hundirse nunca.
Pudo comprender que prefiere el que no hace al que destruye,
lo del miedo que te imponen con mentiras,
mentiras que no duran para siempre,
entendió que el para siempre, siempre se termina.
Supo evitar el suelo y ver su fin,
dejó caer su ego y aprendió así,
a ver cómo se entera, y ser anormal,
reírse de sus penas, y a ir por ir, sin pensar.
Puedo ver, y enfermo no puedo ver,
voy siguiendo fiel, fiel a la piel.
Puedo ver, y enfermo no puedo ver,
voy siguiendo fiel, fiel a la piel.
Puedo ver, y enfermo no puedo ver,
voy siguiendo fiel, fiel a la piel.